Entrenamiento en danza contemporánea con énfasis en espirales y trabajo de suelo. Empezamos la clase abriendo nuestros canales de conciencia y sintiendo el interior y el exterior, todos y todo lo que nos rodea. El calentamiento está enfocado a recorrer todo el cuerpo y expandir nuestra flexibilidad y fuerza, sin abandonar nunca un flujo de movimiento natural y orgánico y sintiendo nuestros pies como base y conexión con la tierra.

 

Con la ayuda de ejercicios y juegos en diferentes constelaciones -en grupo, en pareja y solos- escuchamos el peso de nuestro cuerpo y lo dirigimos por el espacio, poniendo conciencia de la proximidad y la distancia, así como de nuestra orientación y relación a la sala y a los otros bailarines dentro de la sala. Nos movemos como una espiral continua hacia el suelo y fuera del suelo, usando el ataque y la liberación como nuestras guías y tratamos de trabajar desde los huesos y las conexiones en espiral de nuestro cuerpo, soltando tensiones innecesarias y sujetando los músculos. El esqueleto como motor de movimiento y el centro como el interior de una flor que crece en todas direcciones.

 

El objetivo es fomentar la curiosidad y el interés por el detalle, la conexión y la toma de riesgos para crecer como persona y miembro de un grupo, y explorar nuevos terrenos como intérprete, utilizando todo lo que tenemos como herramienta de expresión y actuación: nuestro cuerpo, la voz, la imaginación, las vivencias, los sentimientos, los sentidos, nuestro bagaje, los conocimientos, los sueños, las visiones, además de inspirarnos trabajando con los objetos y el espacio que nos rodea.